Descripción
Mirarla a los ojos no es fácil. Sea lo que sea lo que represente la serpiente. La serpiente pesa, es gorda, se mueve, está viva. Agarrarla desnuda, desprovista de armas o herramientas que me ayuden a dominarla (si es lo que quiero), hacerlo con la confianza de que puedo sostenerla y sostenerme a la vez, de que está bien hacerlo, de que es posible sin dañarme.
Volver a intentarlo cada vez que se escurre entre mis manos. Que no me ahogará, que ha venido a enseñarme cosas.
Que agradezco su presencia.